La es vida perfecta y armónica. Tal como existe la felicidad, existe la tristeza, tal como existe la plenitud, existe la angustia, y tal como existe el éxito, existe también la crisis.
Una crisis generalmente es el resultado de una serie de decisiones que tomamos de manera equivocada, las crisis son de cierto modo inevitables y son parte de la vida misma, pues no somos perfectos y alguna vez todos nos equivocaremos; lo realmente importante es saber cómo afrontarlas y entender que sea cual sea la situación, ella en algún momento va a cambiar ¿Pero cómo enfrentarlas?
Un primer error al momento de enfrentar una crisis es buscar causas o culpables fuera de nosotros mismos, cuando realmente la causa y la solución al problema está en nuestro interior. Ante cada problema que debas afrontar, tomate un tiempo para revisar con calma y con honestidad cual fue esa parte dentro de ti que genero el problema, pues en realidad tú no debes preocuparte por solucionar el problema, sino por arreglar esa parte dentro de ti que fue la causante. De este modo evitaras que el problema se haga más grande y estarás listo para ver como de a pocos todo se va solucionando.
Otro punto fundamental es nunca perder la alegría, la esperanza, ni la fe. Es muy común que los problemas opaquen nuestro brillo, lo cual es un error. Si dejas que un problema altere tu estado de ánimo y robe tu felicidad y optimismo, básicamente ya tendrás 2 problemas. Pero si enfrentas el problema inicial con amor, con alegría y seguro de que tienes en tu interior todas las herramientas suficientes para solucionarlo, trabajaras de manera más efectiva y tendrás la posibilidad de obtener mejores soluciones.
Sigue tu felicidad y el universo te abrirá puertas donde solo había muros.
Es fundamental entender que resolver un problema no es difícil (la palabra difícil no existe para quienes vemos la vida con optimismo). Resolver un problema puede lograrse, pero requiere mucho trabajo y dedicación. Hay problemas que parecen insuperables, y si los tuyos son muy grandes, créenos cuando te decimos que cada persona tiene problemas de acuerdo a la posibilidad que tiene para resolverlos.
Por último y para que todo este proceso haya sido meritorio, date cuenta que la vida es una escuela y tú estás aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen, lo que aprendes de estos es para toda la vida.
Recuerda: ¡una persona positiva convierte sus problemas en retos, nunca en obstáculos!